Tras décadas de desarrollo y consolidación, el arbitraje internacional constituye, hoy en día, el foro natural para resolver las disputas que surgen en ámbitos como el comercio transfronterizo, la inversión extranjera, la construcción, las infraestructuras, la energía, las finanzas, la distribución y la propiedad intelectual, entre otros.

Las empresas que operan en los mercados internacionales suelen incluir una cláusula arbitral en sus contratos. Así, si surge un litigio, pueden iniciar el procedimiento arbitral. Por lo general, en esta cláusula se fija la ley aplicable (según la cual se resolverá la controversia), la sede (que determinará cuestiones importantes como los posibles recursos) y una institución que administre el procedimiento (cuyo reglamento proporcionará el marco procesal básico).

Las siguientes son instituciones arbitrales fiables y experimentadas:

El procedimiento arbitral comienza con un requerimiento de arbitraje, que da lugar a la constitución de un tribunal arbitral. La elección de los árbitros más adecuados es uno de los aspectos más importantes de todo el proceso. Y una buena elección requiere conocer en profundidad el mundo arbitral, algo que solo se consigue tras décadas de experiencia.

Una vez constituido el tribunal, se fija un calendario procesal. A continuación, las partes presentan sus escritos de demanda y contestación. A menudo se permite a las partes solicitar la exhibición de documentos en poder de la otra parte. A continuación, se celebra una audiencia en la que participan testigos y peritos. Por último, el tribunal dicta una resolución en forma de laudo.